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martes, 16 de julio de 2013

CHANTAJE EMOCIONAL EN LA PAREJA

El chantaje emocional en la pareja es más frecuente de lo que uno puede imaginarse, incluso se podría decir que todos hemos pasado por situaciones que podrían definirse de chantaje emocional en algún momento de nuestra vida.


CHANTAJE EMOCIONAL EN LA PAREJA


De hecho el chantaje emocional en la pareja puede ser muy sutil, sin que los participantes de esa relación noten siquiera que están cayendo en actitudes catalogadas como violencia. La típica frase "si realmente me amaras harías..." tal o cual cosa, es un tipo de chantaje que puede ser muy superficial o llegar a ser coercitivo según el caso, como por ejemplo en la situación muy común del adolescente que quiere tener sexo con su pareja aun cuando la otra persona no se sienta preparada.

Pero hay los casos, todavía más terribles, en donde uno de los integrantes recurre frecuentemente a estas prácticas con el objetivo de mantener a su contraparte en la relación, aunque sepa que es infeliz.

Al principio, el chantaje emocional en la pareja puede manifestarse con frases o acciones que hacen sentir a la otra parte como indispensable: sólo tú me comprendes, sólo tú me haces sentir bien, sufría tanto en la vida hasta que te encontré.

No es que esté mal querer a la otra persona y hacerla sentir especial, pero el objetivo de estas frases no es querer que nuestra pareja se sienta bien, sino cargarle la responsabilidad de nuestra felicidad. Entonces pasan dos cosas:

1. La persona chantajeada acepta esta enorme responsabilidad creyendo realmente que es su obligación hacer feliz a su pareja en todo momento, y se esfuerza hasta el límite para alcanzar esas expectativas de felicidad. Invertirá muchas horas de su vida en esta tarea y con el tiempo dejará todo de lado para convertir a su pareja en el centro de su atención.

2. Nadie es perfecto y al primer error o incumplimiento, la pareja controladora le reprochará a la otra persona el haberse equivocado, el no poner suficiente empeño en la tarea de conseguir la felicidad o el no haber hecho las cosas exactamente como "deberían de ser".

Así empieza un círculo de maltrato que es difícil de romper, porque la víctima cree firmemente (por la ilusión creada al principio de la relación) que en ella cae la responsabilidad de la felicidad, y que si se esfuerza más logrará mantener contenta a su pareja.

Quienes se encuentran en esta situación se esfuerzan tanto, invierten tanto, dan tanto, que cuando se dan cuenta de que nada de lo que hagan logrará satisfacer al otro les es difícil dejarlo. Es una cuestión psicológica, cuando una persona invierte todo su trabajo en una tarea y fracasa, es complicado afrontar ese fracaso, se sienten culpables y ansiosas y, en el caso de las relaciones, también existe la sensación de traición.

Traición porque durante mucho tiempo les han repetido frases como "sin ti no puedo" o "tú me ayudas a salir adelante", y tan sólo la idea de abandonar la relación les causa enorme culpa, sienten que están abandonando a una persona que realmente las necesita para vivir.

Y en el caso de quienes se arman de valor para dejar la relación, suelen escuchar amenazas: "si te vas me mato"... o peor, "si te vas te mato".

Abandonar una relación en donde desde el inicio el chantaje fue muy fuerte es muy complicado, pues están inmersas una serie de ideas como el amor y la lealtad, valores que se fomentan en extremo en el caso de las relaciones sentimentales sobre todo cuando se trata de mujeres, a quienes se les enseña que deben "dar todo por amor". Literalmente dan todo por la relación, y muchas veces no se explican por qué no funciona y se creen responsables por ello.

A veces sólo se logra salir con la intervención de un tercero, aunque esto no siempre funciona porque en gran cantidad de ocasiones el chantajista convence a su pareja de que la familia o los amigos la/lo están "poniendo en su contra", con lo cual se vuelve imposible que los parientes y conocidos puedan intervenir.

Mientras más tiempo pasa se pasa en una relación con un chantajista, más trabajo cuesta dejarlo. Incluso hay personas que sienten que sólo la muerte de la pareja los liberará del infierno, y es que cuando una persona muere, inmediatamente todos los defectos se convierten en virtudes: era trabajador, honrado, buena gente, etc. Esa fantasía es recurrente, porque si la pareja muere entonces la otra parte no tendrá que sentirse culpable por el abandono ni enfrentar las consecuencias reales o imaginarias.

De ahí la importancia de aprender a reconocer el chantaje emocional, de entender que las emociones son responsabilidad individual y que la felicidad de otros no depende de nosotros ya que solamente podemos hacernos responsables de nuestros propios sentimientos y conducta.

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