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jueves, 23 de mayo de 2013

RETIRAR DENUNCIA POR MALOS TRATOS

¿Por qué una mujer retira su denuncia cuando hay malos tratos de parte de su pareja?


RETIRAR DENUNCIA MALOS TRATOS



Todos hemos conocido el caso de una mujer que retira su denuncia aún cuando ha sufrido malos tratos por parte de su marido, novio, pareja: insultos, golpes, violaciones.

Solemos leer en las noticias y en los periódicos decenas de casos en donde las mujeres se retractan de denunciar a sus parejas en casos de violencia y maltrato.

Aunque sabemos que la violencia es un delito, muchas de estas mujeres voluntariamente se presentan a los juzgados y a los ministerios para exonerar a sus parejas y retirar su denuncia, a pesar de los insultos y las golpizas.

La mayoría de la gente no entiende el por qué, y se quedan entonces con la frase en la lengua: "entonces que no se quejen".

Seguimos sin entender que cuando hablamos de violencia hablamos del abuso de poder de un ser humano sobre el otro. Y en nuestra sociedad son los hombres quienes tienen el poder.

Y para muestra el triste caso de Alexia Imaz, hija nada menos que del titular del Cisen.

Alexia fue víctima de violencia. Ella decidió terminar su relación amorosa con Gerardo y él, como muchos hombres que creen que deben ser ellos quienes tengan la última palabra y no las mujeres, entró en cólera.

Gerardo no pudo aceptar que Alexia ya no quería nada con él, tampoco pudo entender que ella no quisiera hablarle. Creyendo Gerardo que él tenía todo el derecho del mundo para tener a Alexia y forzarla a estar con él sin importarle los deseos de ella, entró furtivamente en la noche a casa de ella y a su habitación.

Cuando ella se negó nuevamente a estar con él, Gerardo la comenzó a golpear a puñetazos porque a él, como a muchos hombres, le han enseñado que tiene derecho a golpear si está enojado, que esa es la forma correcta de expresar desacuerdo y que además las mujeres no tienen por qué decirle que no. Ella le dijo que no, él se enojó, él la golpeó.

Alexia en cambio, sabía perfectamente que las acciones de Gerardo eran delictivas. Por lo que con apoyo de su hermana subió a las redes sociales las pruebas de ese delito. También con apoyo de su hermana exhortó a las mujeres a que denunciaran si habían pasado por situaciones parecidas.

A la mañana siguiente Alexia hizo lo que toda mujer debería tener derecho a hacer: denunciar a un hombre que entró en su casa para golpearla.

¿Y qué sucedió?

Que en vez de que se hiciera justicia, el abuso de poder de los hombres se hizo evidente nuevamente.

Aunque el abuelo de Gerardo aseguró que no metería las manos por él, finalmente sí lo hizo.

El abuelo de Gerardo, Jesús Murillo Karam, llamó al titular del Cisen (padre de Alexia) y le pidió que no hiciera ningún cargo. A cambió Gerardo se disculparía públicamente y prometería nunca jamás molestar a Alexia.

Y así como en la antigüedad eran los padres quienes decidían el matrimonio de sus hijas, su vida y su destino, sin importar lo que ellas pensaran, así este par arreglaron entre ellos, entre hombres, un problema sobre el que Alexeia debería haber tomado decisión directa.

En vez de recibir el apoyo de la familia, el padre de Alexia decidió que no era tan grave que su hija hubiera sido brutalmente golpeada por otro hombre, al menos no tanto como para mandarlo a la cárcel.

Nadie le preguntó a Alexia su opinión o si estaba conforme con esa solución, sí en cambio la obligaron a retirar la denuncia. De poco le sirvió a Alexia exhortar a otras mujeres a denunciar y citar a Kofi Annan, finalmente fue su padre quien decidió que ella debía callarse como "buena mujer".

Algo muy similar a lo que pasa con las cientos de mujeres que retiran las denuncias que ellas mismas hacen. Aunque parecen diferentes los motivos, en el fondo sólo es uno: los hombres tienen poder sobre ellas.

Así pasa con la mujer que retira la denuncia porque el marido es el único con ingresos, porque nadie más la apoyará económicamente, porque nadie le da un trabajo bien pagado a una mujer con hijos, porque la familia cree que con una disculpa basta, porque las autoridades creen que es un simple pleito de pareja y que "después se arreglan bajo las sábanas". O en el caso de Alexia, porque esa denuncia en particular afectaba directamente el poder político de dos hombres.

Y con todo eso a cuestas, aún así hay mujeres que se atreven a denunciar, a pesar de que hay todo un sistema diciéndoles que no es buena idea, que no es para tanto, que hay que aguantar, que es exagerado.

Por eso representa un grave problema cuando por fin se reúnen el valor o las condiciones suficientes para denunciar un caso de maltrato, y la víctima es presionada por agentes externos (familia, amigos, autoridades) para que retire la denuncia. Es una negación directa de la justicia que ella merece, y representa la aprobación social del poder de los hombres por sobre la vida de las mujeres sin importar las consecuencias que para ellas tienen.

Sí, retirar denuncias tiene sus consecuencias, la principal de ellas es que se está dejando libre a un abusador que continuará ejerciendo violencia golpeando y humillando a otro ser humano quizás hasta su muerte, y una disculpa no va a cambiar eso.

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